
6 preguntas imprescindibles para hacerte a ti mismo
¿Qué es para ti la felicidad?
Esta pregunta ha de ser respondida de forma concreta y real, nada de sensaciones etéreas ni emociones difusas. Cuando tenemos claras las ideas podemos ir en busca de lo que necesitamos.
No hay una única respuesta ni una respuesta más válida que otra porque la felicidad es algo personal e intransferible. Lo que para ti es felicidad para otro puede ser esclavitud. No importa lo que quieran los demás para ser felices, lo que importa es lo que tú consideres que es felicidad.
Para mí la felicidad es…
¿Te consideras una persona feliz?
Esta pregunta te obliga a sopesar tu día a día y a elegir en función de cómo te sientes en la mayoría de ocasiones.
Ojo, ser feliz no implica ser feliz a todas horas, en todos los momentos y con todas las personas. Ser feliz significa que estás contento con lo que haces o tienes en la mayor parte del tiempo.
Si tu respuesta es no ¿Qué puedes hacer para mejorar tu situación?
Siempre hay algo que podemos hacer, algo que podemos cambiar o algo que debemos aceptar para sentirnos más felices.
Si no haces nada, nada pasará. Por lo tanto, responde a la pregunta de una forma honesta y céntrate en las cosas que están en tu mano cambiar.
¿Qué defectos, miedos e inseguridades te gustaría cambiar?
Nadie te ve, ni te escucha, ni te mira, así que se transparente contigo mismo y pon encima de la mesa aquellas pequeñas cosas que sabes perfectamente que te hacen daño o te limitan o complican la vida.
Miedo a la soledad, dependencia emocional, vergüenza, inseguridad a la hora de hablar de sentimientos, carácter sumiso o demasiado directivo, miedo al qué dirán…
Lo importante es que seas capaz de decir en voz alta que cosas de ti mismo te perjudican.
Para poder cambiar algo hay que saber exactamente cuál es el problema.
Todas las personas tenemos defectos e inseguridades. Nada de lo que te pase es algo único o excepcional porque le pasa a millones de personas, así que no pienses ni por un momento que lo tuyo no tiene solución. Tal vez no hayas encontrado la manera de enfrentarte, pero la soluciones te están esperando, búscalas.
¿Cuáles son tus mejores cualidades?
Conocer nuestro lado más maravilloso es tan importante como conocer nuestro lado más oscuro.
Nuestras virtudes, nuestras características más destacables son las herramientas que tenemos para enfrentarnos a la vida, por lo tanto, hay que conocerlas y potenciarlas.
Debemos dejar de lado la modestia y sentirnos orgullosos de nuestra parte más positiva.
Soy una persona…empática, generosa, atrevida, productiva, alegre, comunicativa, resolutiva, mediadora, luchadora, etc.
¿Qué actividades realizas para divertirte, desconectar o recargar pilas?
El trabajo, la familia, los hijos, las amistades, las responsabilidades y las rutinas diarias son una fuente inagotable de estrés, por lo que es importante tener espacios donde desestresarse.
A veces ponemos de excusa la falta de tiempo, no lo hagas. Si no puedes sacar 2 horas para ti de toda una semana es que has de organizarte mejor o pedir ayuda para organizarte de otra forma.
Si tiras y tiras y tiras del carro continuamente sin pararte a beber agua, pronto caerás exhausto. ¿Dime entonces quién tirará del carro?
Has de cuidar y mimar de ti porque eres el motor de tu vida.
¿Qué proyectos de futuro tienes en mente?
Los objetivos que nos marcamos en la vida nos ayudan a vivir más motivados. Da igual si son proyectos profesionales, personales o familiares, lo importante es que sean objetivos que te levanten por las mañanas con ganas de seguir luchando.
Montar una empresa, aprender a cantar, crear una familia, ponerte en forma, estudiar…
Lo único que debes tener en cuenta es que sean objetivos realistas, que estén en tu mano alcanzar. Soñar es barato, pero si vives soñando imposibles tu frustración pagará un precio muy alto.
Si nos hacemos las preguntas adecuadas conseguiremos llegar a las respuestas que necesitamos. Evidentemente, esta es la parte más fácil porque trabajar en las respuestas requiere una dosis de valentía, atrevimiento, aceptación y disciplina que no resulta tan sencillo de lograr. Pero se empieza por algo, y ese algo, tan simple como una pregunta, puede acercarte o alejarte de tu propia felicidad.
Vani G, leal, Psicóloga.
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