
¿Cómo olvido a alguien que se ha olvidado de mí?
Bueno, de entrada olvidar a alguien es imposible, porque si esa persona ha estado en tu vida, los recuerdos, buenos y malos, no se borran por arte de magia y lo mismo pasa a la inversa, nadie puede olvidarse de ti. Puede parecértelo, pero que alguien consiga no hablarte, no estar en tu vida o no acercarse a ti no significa que te hayan olvidado, solo significa que pasan página o al menos que lo están intentado.
Recuerda que todos tenemos derecho a pasar página, nosotros y ellos. Y por mucho que nos duela, nos enfade o nos moleste, las personas somos libres de elegir en que sitio queremos estar.
Da igual el motivo por el que quieras olvidarte de alguien, todo olvido, o más bien, todo cambio de página, requiere una cosa: autoestima.
Lo primero que tienes que saber es que vales exactamente lo mismo, esté esa persona en tu vida o no. Es algo que nadie dice y que casi todo el mundo intenta disimular, pero nuestra seguridad sufre un revés importante ante las rupturas o abandonos emocionales.
¿Por qué no me quiere? ¿Por qué me ha hecho esto? ¿Por qué no quiere estar conmigo?
¿por qué no me ha elegido?
A mi , a mi, a mi…
Son preguntas que, ya de por sí, te dan un sablazo en plena autoestima.
Las relaciones emocionales, ya sean de pareja, amistad o familiar, conllevan dos factores que no podemos eludir, la personalidad y las prioridades.
La personalidad porque las relaciones han de ser bidireccionales y no siempre es posible, porque no siempre las personalidades son compatibles. Y lo mismo ocurre con las prioridades, cada persona tiene las suyas y a veces coinciden y otras veces no.
¿Qué quiero decir con esto? pues que no es personal cuando sucede y que hemos de aceptar que no siempre salen las cosas como nos gustaría, pero eso no significa que valgamos menos para alguien o que alguien valga menos para nosotros.
¿Te ha pasado alguna vez que alguien dejara de gustarte? ¿Por qué dejó de gustarte?
Seguro que la causa principal no era que valía poco o que valía menos que tú, seguramente la causa principal fue por falta de entendimiento, por falta de confianza, por excesivas peleas o, por el contrario, por falta de emoción o intensidad. Pues lo mismo le pasa a los demás, que dejamos de gustarles.
Cada persona es dueña y libre de querer, necesitar o priorizar algo distinto y lo único que está en nuestra mano es aceptar que a veces las relaciones funcionan y otras veces no.
Ya sé que es fácil decirlo, pero que sentirlo es mucho más complejo, lo sé, pero es complejo porque ponemos detrás un gran saco de preguntas equivocadas y con respuestas que, en realidad, no podemos contestar.
¿Qué podemos hacer para pasar página? pues muchísimas cosas, pero la principal y más importante es que revises tu autoestima y comprendas que sigues siendo una persona maravillosa, aunque no lo valore quien tu quieres. ¿Quién lo valorará? Pues otra persona que sea compatible contigo, otra persona que tenga prioridades parecidas, otra persona que tu personalidad le venga como anillo al dedo…
Eso sí, no solo revises tu autoestima, también revisa tu comportamiento, porque como en toda relación, son dos los responsables de lo que ha sucedido y que no le gustes a alguien por falta de compatibilidad, no quita que tengas que hacer un examen propio de conciencia.
Vani G.Leal, Psicóloga
Leave a Comment
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.