
Todos tenemos diferentes rostros, ¿conoces los tuyos?
¿Verdad que tu comportamiento sufre pequeñas variaciones dependiendo de dónde estés y con quién estés? Pues eso son los rostros, los roles, los diferentes comportamientos que tenemos dentro de cada sistema en el que convivimos.
Rol de madre, de hijo, de amigo, de compañero, de jefe, de vecino, de persona, de pareja, de profesional…
¿Significa que tenemos distintas caras o distintas personalidades? No, significa que potenciamos una parte u otra de nuestra personalidad en cada situación que vivimos.
- ¿Es los mismo una cena familiar que una cena con amigos?
- ¿Es lo mismo una reunión de trabajo que una fiesta de tus hijos?
- ¿Es lo mismo unas vacaciones en pareja que unas vacaciones en familia?
Todas las personas ejercen diferentes roles a lo largo de su vida. Por ejemplo tu madre, aparte de ser tu madre, también tiene otros muchos roles. Tu madre también es pareja, persona, mujer, hermana, trabajadora, vecina, etc. Y, aunque el rol de madre pueda estar por encima de los demás, no significa que sus otros roles no sean importantes.
¿Qué les pasa a muchos hijos adultos que ven como sus padres se separan y tienen nuevas parejas? Pues les pasa, que solo ven el rol de madre y no aceptan que quiera rehacer su vida y ejercer otros roles, como el de pareja.
¿Qué les pasa a muchos padres o madres cuando ven que sus hijos se hacen mayores? Pues que les cuesta entender que aparte de hijos, también son personas que necesitan explorar otros roles.
¿Qué les pasa a muchas personas cuando un amigo o amiga consigue pareja y ya no tiene tanto tiempo para compartir?…
Muchos conflictos vienen al no aceptar los diferentes roles que tienen las personas. Creemos que el rol personal que tienen con nosotros es el único y el más importante, pero no es así, lo siento, el rol que tienen contigo es muy importante, sí, pero no es para nada el único importante.
Los roles son nuestra forma de adaptarnos a los diferentes sistemas. Con el sistema familiar ejercemos roles más cercanos, con el emocional más románticos, con el laboral roles más profesionales, con los colegas más superficiales, con los amigos roles más profundos…
Y dentro de los sistemas, nuestro rol también varía en función de la persona que tengamos delante. Dependiendo de la cercanía de la relación, el feeling o la compatibilidad nos comportamos de una manera u otra.
¿Tienes el mismo trato con todos tus amigos o los hay con una relación más estrecha? ¿Y con tu familia? Seguro que tu actitud se modifica con cada miembro, no es lo mismo hablar con tus hermanos, que hablar con tu madre o padre.
¿Por qué es importante entender los diferentes roles que ejercemos y que ejercen los demás?
En primer lugar, para no enfadarnos tanto y entender un poco mejor la conducta de las personas y, en segundo lugar, para hacer un análisis y una autocrítica de nuestros diferentes roles.
Como he dicho antes, es normal que tus roles tengan distintas actitudes según el sistema y con la persona que estés, pero esto tiene una trampa que hay que conocer. ¿Alguna vez has conocido a alguien que en el trabajo sea un tiburón y en casa un pececillo o en casa un angelito y en la calle un pequeño diablo?
Cuando uno de tus roles se ve incapaz de hacer lo que necesita o quiere, otro puede tomar el mando y compensar aquello que no consigues hacer.
- Si en tu casa te sientes reprimido es fácil que cuando llegues a otro sitio diferente saques la fuerza y explotes el rol que en casa no puedes.
- Si tienes una pareja muy controladora es fácil que cuando salgas con amigos explotes tu cara más liberadora.
- Si en tu trabajo te sientes menospreciado es fácil que llegues a tu casa y muestres allí un enfado desproporcionado.
Unos roles compensan a otros y contra mas diferencia haya entre ellos, más necesitarás compensarlos.
Por eso es importante que no hayan enormes abismos en tus diferentes roles, diferencias sí, pero no extremos opuestos, porque al final serás tú el que pague el precio de compensar y te aseguro que no es un precio barato. Ser en un sitio lo que no puedes ser en otro es una gran frustración que cargarás en tu mochila y no te dejará ser feliz ni te dejará estar tranquilo.
Así que observa, revisa y reflexiona sobre tus actuaciones y asegúrate de ser una persona parecida en cada uno de los roles que ejerzas, pero eso sí, con diferentes y variados matices.
Vani G. Leal, psicóloga.
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