
La gran diferencia entre enamorarse y amar
¿Cuántas veces nos podemos enamorar?
Pues eso depende mucho de cada persona pero, por lo general, nos enamoramos muchas veces a lo largo de la vida.
Quizás deberíamos distinguir entre dos conceptos diferentes: enamorarse y amar.
Enamorarse es más una sensación que un pensamiento. Una sensación que pueden provocarla multitud de estímulos, de momentos o circunstancias.
Podemos enamorarnos por una conversación.
Podemos enamorarnos porque alguien nos hace bailar una noche.
Podemos enamorarnos de un rostro que vemos cada día en el tren.
Podemos enamorarnos de alguien que nos hace reír, sentir, disfrutar…
Podemos enamorarnos de una idea, de un cuadro, de un artista, de un recuerdo, de un libro…
Podemos enamorarnos mucho porque no son pensamientos lo que nos mueven, solo emociones. Y, por este motivo, muchas relaciones fracasan, porque no se enamoran de la persona, sino de sensaciones puntuales, y luego cuando la emoción se va, todo son obstáculos, defectos, incomodidad o incomprensión.
El enamoramiento también es el periodo en el que se hacen más locuras y se hacen más locuras por esta misma razón: rigen las emociones antes que los pensamientos.
¿Puedes tener pareja y enamorarte?
Claro, puedes tener pareja y que te enamore una conversación con alguien una tarde y puedes tener pareja y estar enamorado de un rostro en un tren.
No es incompatible porque son emociones que conviven constantemente.
El problema que tiene esta emoción es que nos gusta mucho sentirla y, cuando lo hacemos, tendemos a creer que es mucho más profunda de lo que es.
Enamorarse no es amor porque amar requiere profundidad. Esa es la gran diferencia. El enamoramiento es superficial y el amor profundo.
Después del enamoramiento inicial, que puede durar entre 1 semana y 6 meses, viene la realidad, si las dos personas se han ido conociendo y aun así se siguen gustando y se sienten bien, el amor empieza a profundizar.
También sucede a menudo que, durante el periodo de enamoramiento, las personas se enganchan la una de la otra y luego, a pesar de no ser compatibles, o a pesar de no gustarse de verdad, siguen estando juntas.
Pero la emoción de enamorarse es solo una conexión positiva y alegre en un momento puntual, nada más. Y puedes experimentarla en multitud de ocasiones sin que ello signifique nada en concreto.
¿Es posible estar enamorado de dos personas al mismo tiempo?
Sí es posible porque dos personas pueden aportar sensaciones diferentes. A menos que creas o puedas tener una relación poliamorosa, tendrás que acabar eligiendo.
¿Cómo se puede elegir bien?
Bueno, primero debes contestarte qué es para ti elegir bien, porque hay etapas en las que una persona prefiere la tranquilidad de una pareja estable y las hay en las que prefiere las emociones de una relación pasajera. Dependiendo de lo que necesites o busques en ese momento puedes preguntarte:
¿Qué tipo de relación estoy buscando?
¿Con qué persona soy más yo misma?
¿Con qué persona siento más complicidad en ideas y valores?
¿Qué emociones me despiertan?
¿Con cuál me puedo ver dentro de un año? ¿Y de cinco?
Nada garantiza nada, pero si quieres una relación positiva, sana y equilibrada, elige de forma positiva, sana y equilibrada. No es una garantía, pero se acercará mucho más a darte momentos de felicidad.
¿Puedes amar a dos personas a la vez?
Sí que es posible, aunque no suele acabar demasiado bien para nadie.
En muchos casos de infidelidad, la persona infiel ama a su pareja y se enamora del o la amante. Si esto se alarga en el tiempo puede acabar amando a las dos personas. Quizás amando de forma diferente pero, al fin y al cabo, amando a las dos personas.
¿Qué es más importante: la conexión física o la conexión intelectual?
Pues eso depende de las prioridades de cada persona y del momento o la etapa que se esté viviendo, pero no es mejor ni peor una cosa que la otra. Habrá personas muy corporales que prioricen la conexión física por encima de todo, y las habrá que prioricen la conexión mental por encima de todo. Lo importante es que seas consciente de lo que tú necesitas para ser feliz.
¿Es una opción válida el poliamor?
A lo largo de la historia, las relaciones amorosas han sufrido muchas variaciones, la moral, la religión o la cultura han marcado lo que estaba bien y mal, lo aceptable y lo inaceptable, pero, por suerte, las personas cada vez somos más libres de elegir, elegir a quien amar y elegir a cuantos amar. Y, es por eso que cada vez son más, sobre todo jóvenes, que se suman a las relaciones poliamorosas.
¿Es bueno o malo, es antinatural, es amoral?
Bueno, es humano no conformarse con lo que nos dicen que es lo normal. Puedes estar de acuerdo o no, pero la realidad es que la libertad encuentra nuevas formas de expresarse y el poliamor es una de ellas.
Es curioso que, en pleno siglo XXI, en un lugar como España, se permita que niños y niñas de 16 años se casen, que incluso puedan tener hijos, pero no se permita a varias personas adultas casarse libremente entre ellas (extraña moral la nuestra).
Pero, primero una aclaración, no podemos confundir poligamia con poliamor. La poligamia establece una jerarquía de poder entre sus miembros (uno manda por encima del resto), en cambio el poliamor se caracteriza porque todos los integrantes tienen el mismo valor y la misma posición dentro de la relación.
¿Todo el mundo puede tener una relación poliamorosa?
Pues, en principio, sí, pero para ser capaz de llevar este tipo de relaciones hay que tener unos conceptos del amor bastante más abiertos de lo que estamos acostumbrados.
Ser capaz de separar el sexo del amor y no entender el amor como una posesión son dos conceptos básicos para poder sumarse a esta corriente.
¿Las relaciones poliamorosas son sinónimo de Sodoma y Gomorra?
Bueno, si entendemos Sodoma y Gomorra como un lugar violento y sin rumbo, el mundo ya lo es, así que la forma en la que personas eligen libremente amarse nada tiene que ver con el fin del mundo ni con el fin de la especie.
Uno de los principales problemas de las personas con el amor son los conceptos que a través de los años hemos aprendido de los libros, la televisión o la publicidad.
Hasta que la muerte nos separe.
El amor lo puede todo.
La media naranja o mi media mitad.
Por amor se cambia.
Hay una larga lista de ideas que se han ido aposentando en nuestra mente y que dictaminan nuestras creencias sobre el amor, pero la realidad es que no existe idea o creencia que nos sirva a todos y a todas porque cada relación y cada persona es diferente.
No puedo darte ninguna fórmula mágica, pero sí hay algunas premisas básicas para conseguir ser feliz con el amor.
Ser tú mismo/a y que tu pareja también lo sea.
Compartir una visión de la vida parecida (es determinante para una relación estable, pero no es incompatible con una relación pasajera).
Que los defectos sean compatibles (las virtudes siempre lo son).
Saber cuándo dejar la relación sin alargar la agonía.
Vani G. Leal, Psicóloga
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