
Mi pensamiento negativo: mi bucle mental
¿Cuántas veces a lo largo del día piensas cosas que no quieres pensar, te vienen recuerdos que te hacen daño o tienes pensamientos que te hacen sentir triste o enfadado?
Entonces, si no quieres pensarlos, si son recuerdos que te hacen daño o son pensamientos que te hacen sufrir, ¿por qué los piensas? Pues los piensas porque no puedes evitarlo. Se llaman pensamientos automáticos y como su nombre bien indica son pensamientos que vienen a la cabeza sin ser llamados, de forma automática.
Veamos algunos ejemplos de los pensamientos automáticos más comunes:
- Pensar continuamente un suceso del pasado:
Por qué me hizo, por qué me dijo, por qué me ha pasado esto a mí, por qué hice…
No soy capaz de enfrentarme, se enfadarán conmigo si, me dejarán de lado si, no soy fuerte, no soy valiente, nadie me quiere…
- Pensar continuamente en los aspectos negativos de una relación:
Me ha hecho esto, no me quiere, no me respeta, no me valora…
- Pensar continuamente en los aspectos negativos de una situación:
No lo superaré, no seré capaz de asumirlo, todo me pasa a mí, no valgo para eso…
No vamos a profundizar en por qué existen o qué los provoca porque tendríamos que hablar largo y tendido y no tenemos tanto tiempo. Así que, vamos a lo importante, ¿cómo cambiarlos?
- Todas las personas tenemos pensamientos automáticos porque es una estrategia cognitiva de nuestro cerebro que sirve para no repetir los mismos errores.
Una persona que conduce el mismo trayecto automatiza los baches para aminorar la velocidad cuando se acercan y así no estropear el coche.
Pero, ¿qué pasaría si antes de coger el coche ya está pensando en los baches? ¿Conduciría igual? Seguramente no, porque destinaría demasiados recursos mentales al pensamiento y muchos menos recursos a la conducción y, como resultado, conduciría distraído y tenso. Esto es un claro ejemplo de cómo un pensamiento automático pasa a ser negativo.
- Intentar no pensar en tus pensamientos no es posible porque al intentarlo ya los piensas.
Si quieres dejar de estar triste y piensas continuamente en que no quieres estar triste, ¿cómo te vas a sentir? Pues triste. Intentar evitarlos solo hará que los tengas todavía más presentes.
- Buscar pensamientos alternativos para reeducar los automatismos.
Cada vez que seas consciente de que estás metido en el bucle de tus pensamientos negativos es hora de buscar la alternativa:
- Piensa en las posibles soluciones que tiene en vez de pensar en el problema.
- Piensa en qué aprendizaje sacas de ese problema o qué aprendizaje sacarías al superar ese problema.
- Piensa en qué parte tienes de responsabilidad y en cómo ponerle remedio.
- Piensa en las actividades que puedes hacer para distraerte, relajarte o motivarte.
- Piensa en una lista de cosas banales: la lista de la compra, los quehaceres del día siguiente, películas o series pendientes de ver, etc.
Lo importante a la hora de combatir el pensamiento automático negativo es que seas capaz de darle voz a otro pensamiento potencialmente bueno y positivo para ti. Primero, porque pones en funcionamiento tu herramienta más potente, el cerebro, y lo pones al servicio del aprendizaje y la solución y no al servicio de la culpa, la tristeza, la rabia o la frustración. Y segundo, porque en el momento que redireccionas el bucle, distraes tu mente y dejas de colapsarla con pensamientos sin salida.
Vani G. Leal, Psicóloga.
Leave a Comment
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.