
¿Por qué sentimos celos hacia los demás?
Este artículo no va dirigido a los celos obsesivos y recurrentes a los que puede llegar una pareja, creo que eso merece un artículo aparte.
Hoy hablaremos de los celos emocionales que sentimos hacia los demás en algunas ocasiones y que nos causan más de un disgusto en nuestro círculo de confianza.
Sentir celos en una emoción muy normal en la conducta humana. Tener celos significa que tienes miedo a que otra persona ocupe tu lugar y todos tenemos miedo, en mayor o menor medida, a que alguien pueda sustituirnos.
Como en todas las emociones, sentir celos no es algo malo en sí, lo malo es que esos celos determinen cómo te comportas y que hagas cosas que no harías por tener esa sensación.
Existen muchos tipos de situaciones en las que podemos sentir celos:
- En la amistad: cuando tu mejor amigo/a ha encontrado a alguien con quien también se lleva muy bien y, por lo tanto, puede que tenga menos tiempo para ti.
- En las familias: cuando hay miembros que se llevan muy bien y otros se sienten desplazados.
- En el trabajo: al considerar que alguien está recibiendo más atención o reconocimiento que tú.
- En la pareja: cuando sientes que hace más caso a otras personas.
Inseguridad, esa es la palabra clave.
Sentimos celos cuando nos sentimos inseguros. Y lo importante es saber por qué, en realidad, sientes esa inseguridad.
Tendemos a simplificar mucho cuando alguien decide pasar tiempo con otra persona que no eres tú. No me ha elegido, prefiere estar con la otra persona, por lo tanto, me quiere menos.
Y con esta afirmación empezamos a dudar de nuestro lugar, a pensar que la otra persona es mejor que nosotros o tiene algo que nosotros no tenemos.
Y tienes que saber que, en la mayoría de casos, puedes equivocarte.
- Tu pareja puede amarte y adorarte, pero también necesitar pasar tiempo con otras personas. No está eligiendo a otras personas, solo está utilizando su parcela personal para realizarse en otros roles y no solo en el rol de pareja.
Pregúntate qué te da miedo en realidad. ¿Quizás eres tú mismo el que creas que no eres suficiente?
- Las personas pueden valorarte aunque valoren también lo que hacen los demás. Alabar a una persona no menosprecia a la otra. En infinidad de situaciones en las que se realzan las cualidades de alguien, inmediatamente otra persona se siente ofendida.
Pregúntate por qué te hace sentir poca cosa que alaben y realcen las características positivas de los demás.
- La familia no se elige, por lo tanto, habrá miembros con los que tengas una relación especial y otros con los que simplemente te lleves. Las afinidades en las familias son como en la calle. La personalidad, las creencias o los valores son el motor del feeling. A veces tenemos, y otras veces no.
- Es bueno tener buenos amigos, pero somos seres dinámicos, cambiamos a lo largo de los años. Tener más relación con unos amigos que con otros también depende del momento por el que uno está pasando o por las prioridades que tenga en esa etapa.
Tu mejor amigo/a también tiene derecho a encontrar a más buenos amigos. Igual que tú tienes derecho a encontrar nuevas amistades.
Pregúntate en que te afecta. Pregúntate por qué altera tanto tu lugar que lleguen nuevas personas.
Si te haces las preguntas adecuadas y te contestas con sinceridad, te darás cuenta de que todo viene de ti. Los celos son nuestro propio problema, es nuestra propia inseguridad.
Si no te quieres o no te valoras es lógico y normal que sientas celos porque, todo lo nuevo, todo lo diferente o todo lo que te cause malestar se convertirá en tu enemigo y lo rechazarás, porque todo lo que nos incomoda lo rechazamos.
Pues enfréntate a la incomodidad y trabaja en tu autoestima.
Cuando alguien se quiere y se valora, no siente que otra persona pueda ocupar su lugar, ocupará otro lugar. Porque en las relaciones humanas todos ocupamos un lugar. Y, este bendito lugar, no está debajo ni encima de nadie, está al lado. Y compitiendo por el puesto, lo único que conseguimos es perder el sitio. Y no porque alguien lo ocupe, sino porque alguien cansado de tus inseguridades te quite de allí.
Así que no te agobies ni te sumerjas demasiado en una sensación de celos que no te llevará a ninguna parte (al menos a ninguna buena). Y recuerda que hay amor para todos, porque somos capaces de querer a muchas personas y de querer a muchas personas de formas distintas.
Vani G. Leal, Psicóloga.
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