
¡Qué sano es tener pataletas!
Vivimos en una sociedad donde prevalece lo políticamente correcto y donde estar triste, deprimido o tener un mal día está mal visto porque hay que ser feliz, estar alegre, ser bueno, generoso, amable, correcto… Hay que ser, hay que parecer y hay que mostrar que somos perfectos.
Pues no. Lo que hay que ser es uno mismo y uno mismo a veces es estar triste, a veces uno mismo es llorar, a veces uno mismo es estar enfadado. Tenemos derecho a no brillar cada día.
Reprimir, eso sí que es algo que hacemos bien y a menudo. Reprimir emociones, sensaciones, estados de ánimo, palabras, pensamientos…
¿A qué nos lleva la represión?¿A caso crees que no te pasará factura esconder en un rincón de ti lo que estás sintiendo?
- Si me muestro triste pensaran que algo me pasa . Pues sí, ¿y qué?
- Si lloro pensarán que estoy mal. Pues si, ¿y qué?
- Si me muestro enfadado pensarán que tengo un mal día. Pues sí, ¿y qué?
¿Y qué si piensan esas cosas? ¿Vas a ser menos, peor, o más malo por ello?
No es real ser siempre maravilloso y esplendido. No es real ser siempre feliz y alegre. No es real ser siempre honesto y generoso. Las personas no somos solo la mejor parte de nosotros. También somos la parte débil, la parte oscura, la parte egoísta, la parte imperfecta…Y no mostrarlo no significa no serlo o no sentirlo.
¿Cuántas veces vemos mal a alguien pero no podemos hacer nada porque no lo admite o lo niega? ¿Qué impotencia verdad? Saber que alguien está mal y no poder ayudarle porque reprime y esconde la realidad de lo que siente.
¿Y cuántas veces lo has hecho tu? ¿ cuántas veces has fingido que no te pasaba nada?
¿De verdad crees que la solución es ocultarlo? ¿crees que solucionas algo? pues no, lo empeoras. Cada vez que dices que estás bien y no lo estás, acumulas. Acumulas miedo, acumulas inseguridad, acumulas dudas…
¿Y tu derecho a pataleta donde queda?
Si digo que estoy mal tendré que dar explicaciones. Pues sí, si es lo que quieres y no, si no es lo que quieres. Nadie puede obligarte.
Pero ,¿qué tiene de bueno decir la realidad en la que me encuentro? ¿ qué tiene de bueno decirle a los demás como estoy?
- Que dejas de fingir y si dejas de fingir es más fácil buscar soluciones.
- Que puedes ordenar tus ideas porque al hablar de los problemas das voz y claridad a lo que te pasa.
- Que permites que los demás puedan apoyarte, escucharte o aconsejarte.
Es mentalmente sano estar triste, enfadado, malhumorado. Son emociones necesarias para nuestro equilibrio. Son mensajes importantes de tu cuerpo y de tu cerebro, mensajes que te están diciendo que algo no está funcionando bien y hay que resolverlo.
A veces son cosas sin importancia, como haber pasado una mala noche y el mal humor es un mensaje directo a que pongas soluciones a tu mal dormir.
Y otras veces, son mensajes más profundos y te avisan para que pares a reflexionar sobre el rumbo al que te estás dirigiendo.
Pero lo que no es mentalmente sano es hacer como si no pasara nada. Porque no es cierto y porque las cosas por si solas, pocas veces mejoran.
Exponer al mundo tu tristeza, tu enfado, tu frustración, tus verdaderos estados de ánimo son el primer paso para reconocer que algo está fallando.
Quizás ese el problema, que no quieres reconocerlo. Admitir algo lo hace real, ¿verdad?
Pues no, lo admitas o no, ya es real, ya te está sucediendo y ya te está afectando.
¿Da vergüenza decirlo? ¿Da miedo mostrar las debilidades? Sí, claro que sí. Pero ¿acaso crees que a los demás no les pasa? ¿te piensas que eres la única persona que se siente mal o triste por las cosas que le suceden?
Todos pasamos por lo mismo. Tal vez de formas diferentes, tal vez en distintas situaciones, pero todos nos sentimos de la misma manera ante las cosas que nos duelen.
Así que la próxima vez que te sientas mal, compártelo con el mundo en vez de esconder tus sentimientos. Porque tú eres todo lo que te pasa, no solo la parte estupenda de la vida y tienes todo el derecho del mundo a disfrutar de tu propia pataleta.
Vani G. leal. Psicóloga
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