
¡Maldita inseguridad!
INSEGURIDAD ¿Qué palabra más negativa, verdad?
Y si te digo que no, que no es una palabra negativa, ni mala, ni fea. Que solo es una palabra que denota un estado físico o emocional. Un estado en el que pasamos todos muchas veces a lo largo de la vida.
¿Si te pones a los mandos de un avión sin saber pilotar, como te sentirás? INSEGURO. Normal, es lo que pasa cuando hacemos algo con lo que no estamos familiarizados.
Nos sentimos inseguros en todos aquellos aspectos en los que no tenemos confianza. Y no tenemos confianza en todos aquellos aspectos que no sabemos hacer o creemos que no hacemos bien.
- Nos sentimos inseguros al expresar emociones, al abrazar, al hablar en público o al desnudarnos.
- Nos sentimos inseguros en las relaciones, con las amistades o con las personas nuevas.
- Nos sentimos inseguros en el trabajo, en los conflictos, en entrevistas o en reuniones.
Poco a poco y si vas enfrentándote a las situaciones que te producen inseguridad, vas ganando confianza y esa inseguridad va disminuyendo.
A veces se va del todo y lo que antes nos daba impresión y miedo, ahora nos parece fácil y accesible. Como conducir, que al principio te parece complicado y te sientes torpe, pero luego lo haces de forma automática.
Pero otras veces esa sensación se queda contigo y empieza a dominar tus acciones. Por inseguridad te comportas de forma diferente, sientes miedo y ya no eres tú quien controla. Es tu inseguridad, tu miedo, quien toma decisiones.
- Por inseguridad dejas de decir lo que sientes, evitas hablar en público o haces el amor con la luz apagada.
- Por inseguridad tenemos celos, sentimos envidia o dejamos de conocer a personas nuevas.
- Por inseguridad estamos tensos en el trabajo, evitamos los conflictos o somos poco naturales en las entrevistas o reuniones.
Quiero marcar y remarcar que sentir inseguridad es habitual, normal y hasta sano. ¿Acaso nacemos con las lecciones aprendidas? Por supuesto que no.
Lo negativo está en dejar que se alargue en el tiempo, lo negativo es dejar que se convierta en un problema y te limite la vida.
Pregúntate qué cosas te hacen sentir inseguro y haz una lista de las situaciones en que crees sentir inseguridad.
- Momentos en los que te sientes incómodo, raro o tenso.
- Momentos en las que piensas de una forma pero te comportas de otra.
- Pensamientos reiterativos, aquello que piensas una y otra vez.
Aunque te parezca una lista muy larga, en realidad, no lo es. Somos inseguros en unas cosas y en otras no. Cada uno de nosotros tiene sus pequeños fantasmas, sus complejos, sus vergüenzas y sus obstáculos. No solemos compartirlos con los demás y por eso a veces parece que solo nos sucede a nosotros, pero no. Lo mismo que te pasa a ti, le sucede a millones de personas. Nadie y nadie es nadie se escapa a un momento de inseguridad.
¿Qué cosas podemos hacer para enfrentarnos a la inseguridad?
Podemos quitarle un poco de importancia a algunas situaciones. Si crees que tu vida depende de eso… ¿Cómo no te vas a cagar cuando te toque hacerlo?
¿Qué es lo peor que puede pasar? ¿Sobrevivirás si la cagas? seguro que sí !!!
NO DRAMATICES. Todas las situaciones se repiten a lo largo del tiempo. NO PASA NADA. La próxima vez lo harás mejor.
Podemos ser más transparentes con aquello que nos produce inseguridad. Cuenta y habla de forma abierta del problema. Quizás descubras que a muchas personas les pasa lo mismo que a ti y pueden darte ideas o conductas diferentes. Los miedos que guardamos difícilmente se superan.
Podemos pedir ayuda a un psicólogo. Hablar con alguien de fuera de tu entorno y que pueda ayudarte a ver una visión distinta, es un recurso que puedes utilizar siempre que lo necesites. Ir al psicólogo no es de locos, es de quien quiere cambiar las cosas.
Hay muchas soluciones para cada una de las inseguridades que tenemos. Que no conozcas la solución, no significa que no exista. Tal vez no la hayas buscado lo suficiente o tal vez te has equivocado en la manera de enfocarlo, en todo caso está en tus manos cambiarlo. Puedes elegir seguir con tus miedos o puedes plantarles cara.
TÚ DECIDES.
Vani G. Leal, Psicóloga.
Me ha encantado Vani! Que fácil parece todo leyendote
Gracias Marc!!!