
SUPERAR UNA INFIDELIDAD. Una tarea más que difícil
Superar una ruptura de pareja es difícil, pero si la causa de la ruptura ha sido por una infidelidad, a veces, la palabra difícil se queda corta.
Lo primero que tenemos que tener en cuenta es que la mayoría de personas no quieren o no pretenden ser infieles. Lo son porque se han metido en unas circunstancias que no consiguen controlar y se les escapa de las manos.
Pero, ¿por qué somos infieles?
Hay muchos motivos para cometer una infidelidad, pero por norma general, son tres los motivos principales:
- Has desconectado de tu pareja sin darte cuenta y, en consecuencia, has encontrado una nueva conexión con otra persona.
- Estás conectado a dos personas y no sabes cuál de las dos tiene mejor conexión contigo.
- Estás desconectado de tu pareja pero por responsabilidad, obligación o miedo no puedes romper la relación, pero eso no evita que sientas nuevas conexiones con otras personas.
En primer lugar, decir que esto no es un juicio de valor. La infidelidad es negativa porque daña a otra persona, pero ser infiel no implica ser malo, implica hacer algo mal.
Lo segundo, es que desconectarnos de una pareja es un proceso por el cual todos inevitablemente pasamos. La pareja para toda la vida, no nos engañemos, no es algo tan factible como nos han querido vender.
Y lo tercero, es que no siempre somos capaces de hacer lo correcto, en el momento adecuado y de la mejor forma posible. Nuestros miedos, nuestra personalidad, nuestras circunstancias juegan un papel fundamental a la hora de enfrentarnos a encrucijadas y la desconexión con nuestra pareja es una encrucijada muy compleja.
¿Cómo solemos actuar ante la desconexión con la pareja que tenemos?
- Hay quien es consciente de la desconexión y opta por dejar la relación. En realidad, es lo ideal porque evitas alargar lo inevitable, además de evitar hacerte daño a ti mismo y al otro.
- Hay quien no se da cuenta de que se ha desconectado de su pareja hasta que, de repente, ya está deseando conectarse a otra. No todos somos conscientes de lo que nos ocurre en el momento que nos ocurre, ni siempre resulta sencillo reconocer la desconexión.
- Hay quien se desconecta y sigue con su pareja hasta que conoce a alguien y encuentra la fuerza para dejar la relación. El miedo a la soledad es una emoción muy poderosa y muchas veces ese miedo hace que no soltemos algo hasta tener atado algo nuevo.
- Hay quien aguanta una relación desconectada por responsabilidad o por obligación. A veces por los hijos, a veces por inercia y a veces por concepto familiar las personas preferimos la estabilidad a pesar de saber que se ha roto la conexión.
Todos actuamos de diferente forma ante la desconexión y dependiendo de la experiencia, el momento y la relación que tenemos, actuamos de una manera o de otra.
Pero, ¿qué pasa cuando tu pareja en su encrucijada te ha sido infiel? ¿Qué pensamientos tenemos?
«No soy suficiente, no me valora, no le gusta como soy»… ¿Qué tiene la otra persona que no tenga yo? ¿Por qué me quiere hacer daño? ¿Qué tengo yo de malo? ¿Por qué es mejor la otra persona? ¿Qué he hecho mal?…
Como ves, todos los pensamientos pasan por dudar de ti. Dudas de tu valía, dudas de tu posición y dudas de tus cualidades. Es tu autoestima la que sufre y, en consecuencia, superar la ruptura se convierte en un trabajo de dos caminos. Uno, el duelo que conlleva una separación, que ya es duro y difícil de por sí, y otro, el trabajo con tu autoestima, que ha caído en picado hasta el suelo.
Hablemos primero de algo muy importante. Por qué desconectamos de la pareja. ¿Qué hace que alguien que te ama de forma romántica pase a desenamorarse de ti?
- Las personas cambiamos. A veces esos cambios nos unen y otras veces nos separan. No somos seres estáticos y nuestras necesidades, prioridades y gustos cambian con los años.
- A veces las personas se enamoran más de la necesidad del amor que de la persona en sí. Cuando deseas ante todo estar acompañado, es fácil que la necesidad elija por ti. Pero esa elección no siempre es duradera porque no hemos elegido libremente.
- Mostramos lo mejor de nosotros cuando iniciamos una relación. Pero, ¿ qué pasa a los dos o tres años cuando ya somos nosotros mismos? ¿Qué pasa cuando ya no muestras tu mejor cara? A veces las personas no se conocen en profundidad cuando se enamoran y, por lo tanto, con el tiempo sale a la superficie si tienen personalidades compatibles o no.
- No todas las personas somos afines para tener una relación romántica. Los valores, los comportamientos, las aficiones, la personalidad a veces son complementarias y otras veces no. Por ejemplo, dos personalidades alfa, personas dominantes, pueden tener muchos conflictos a la hora de llevar una relación.
Como ves, son muchas las características que llevan a que las parejas se desconecten. Pero lo mucho o lo poco que valgas no es un motivo. Nadie quiere desenamorarse ni controla cuando se desenamora. Sucede por muchos motivos y no siempre está en nuestra mano hacer algo para cambiar la situación.
Pero hablemos de la infidelidad.
¿Qué ha de suceder para que consideres que te han sido infiel?
- Que tu pareja tontee con alguien
- Que tu pareja piense en alguien aunque no haga nada
- Que a tu pareja le guste otra persona
Depende para quien la infidelidad está en una medida o está en otra.
¿Qué pasa si encuentras en el móvil de tu pareja mensajes con otra persona, pero no ha tenido contacto físico con ella? ¿Es infidelidad para ti?
¿Qué sucede si tu pareja te dice que le gusta otra persona pero que no ha hecho nada todavía? ¿Es infidelidad para ti?
¿Qué pasa si tu pareja ha tenido contacto físico con otra persona pero sigue enamorado y conectado contigo? ¿Es infidelidad para ti?
Infidelidad es lo que tu sientas que es infidelidad. Y la otra persona puede coincidir con tu concepto o no, pero tienes todo el derecho del mundo ha sentirte traicionado porque tú decides donde se sitúa la línea. Y una vez dicho esto…intentemos comprender una serie de comportamientos:
- No todo el mundo es igual de consciente de lo que siente. Hay personas que necesitan tres meses para darse cuenta y hay personas que necesitan dos años.
- No todo el mundo sabe enfrentarse a lo que le sucede de forma positiva y equilibrada. Hay personas que llevan la desconexión como parte natural de la vida y hay quien ve en la desconexión con su pareja un abismo de soledad y tristeza.
- No todo el mundo es capaz de enfrentarse a la verdad de la misma forma. Hay quien es capaz de hablarlo claramente con su pareja y hay quien lo oculta hasta que le explota en toda la cara.
- No todo el mundo es igual de valiente. Hay personas que prefieren no ver lo que sucede por miedo y otras que a pesar del miedo dejarán a la pareja.
No es personal cuando alguien no actúa de la forma más adecuada para ti. Como norma general, todos queremos actuar de la mejor forma posible, pero querer es una cosa y conseguirlo otra muy distinta.
Cuando alguien comete una infidelidad es porque la decisiones que toma están impregnadas de miedo, de duda, de incertidumbre… Seguro que hubiera preferido hacer las cosas de otro modo, pero la realidad es que no ha podido.
Y tu puedes pensar: «Claro que podía haberlo hecho de otro modo». Podía habérmelo dicho, podía haberme dejado, podía haber intentado… Pero lo siento, No. Si no lo ha hecho de otro modo es que no ha podido o no ha sabido hacerlo de otro modo.
No estoy disculpando o justificando una infidelidad. Solo estoy diciendo que esa persona es culpable de cobardía, de indecisión o de tener pocas habilidades para enfrentarse a la situación, pero no es culpable de tu inseguridad, ni es culpable de que ahora dudes más de ti.
No es lo mucho o lo poco que valgas. No es lo que te falta o lo que te sobra. No es que seas mejor o peor que la otra persona. No es personal porque no somos el centro de nadie, más que de nosotros mismos.
Si te preguntas, ¿por qué a mí? ¿por qué yo? tu autoestima se resiente. Tú mismo eres el que te sitúas por debajo. Tú mismo te comparas y te juzgas.
Pregúntate que ha llevado a esa persona a actuar así, pregúntate si has podido obviar señales, pregúntate si tienes alguna responsabilidad, pregúntate que iba mal…
Pregúntate todo aquello que te ayude a recapacitar y a reflexionar sobre los motivos, pero no te sitúes en una zona de victimismo. Porque cuando nos sentimos víctimas nos volvemos pequeños y vulnerables y, en consecuencia, vemos al otro como a un poderoso gigante.
Así que, si quieres superar una infidelidad empieza por valorarte por lo que haces o eres tú y no por lo que ha hecho otra persona, porque la realidad es que ni tú eres pequeño ni el otro un gigante.
Vani G. Leal, Psicóloga.
Respetarse y tratarse amorosamente (cuando uno lo está aprendiendo) puede decirse que es una tarea laboriosa, y con el tiempo se torna fácil, hasta ser el habito más valioso hacia uno mismo.
Mientras más firme sea el habito del trato amoroso, más fácil será vivir libre de relaciones perjudiciales y con ello la energía empleada en la tarea de superar una infidelidad será menor en comparación con la que puede llegar a necesitar una persona que aún no ha adquirido este habito.
Una amiga dice “Esa persona no es para mi” y entonces se va sabiendo que en algún momento estará “con quien si es para ella”.
Vani, gracias por compartir tu conocimiento y promover la salud mental.
¡Días maravillosos!