
¿Te pre-ocupas por tu futuro o te ocupas de él?
¿Qué te hace pensar que vivir preocupado hará que las cosas no te sucedan?
¿Quién te garantiza que el tiempo que inviertes en preocuparte sirve para algo?
Pre-ocuparte significa pensar en cosas que aun no han sucedido. Si aun no han sucedido, ¿qué haces pensando en ellas?
Estar pre-ocupado es enfrentarse a una carrera de obstáculos pensando que no vas a superarlos. Es pensar que será demasiado difícil. Es pensar que no lo conseguirás. Por lo tanto, antes de empezar la carrera, ya estás tan predispuesto a fallar que en cuanto suene el pito de salida te tropezarás y te caerás a la primera de cambio. Y encima, dirás después… lo ves, sabía que iba a salir mal.
Estar preparado es enfrentarse a una carrera de obstáculos sabiendo que cada dificultad que te encuentres tendrá una forma de superarse. Estar preparado es saber que superar los obstáculos dependerá de ti. Estar preparado es ocuparte de cada obstáculo cuando llegue, no antes. Estar preparado es asumir que no siempre se gana, pero que perder no es un fracaso.
Ocúpate de las cosas cuando sucedan, no antes. No creas que por pasarte el día pensando en lo que no quieres que pase, hará que no pase. No podemos predecir el futuro ni podemos adivinar los baches que nos deparará la vida. Pero podemos ocuparnos de una cosa: podemos ocuparnos de aprender, de reflexionar, de sortear o de superar algo que nos está sucediendo en el AHORA.
Mucha gente dirá «ya bueno, pero si lo hubiera sabido…, si me hubiese preocupado a lo mejor no habría pasado». ¿Si hubieras sabido el qué? ¿Qué te iban a ser infiel, que no te saldría bien una entrevista, que te echarían del trabajo, que alguien te traicionaría? Eso no puedes saberlo porque no todo depende de ti.
No puedes saber si tu pareja te va a ser infiel. Pero puedes ocuparte de ser feliz cada día a su lado y, si a pesar de eso te es infiel, luego te ocupas de entender los motivos, de superarlo o de reinventarte.
No puedes saber si una entrevista de trabajo te va a salir bien. Pero puedes ocuparte de preparártela lo mejor posible para llegar a la entrevista bien entrenado. Si luego te sale mal, revisa lo que ha sucedido y ocúpate de aprender para la próxima que venga.
No puedes saber si te van a echar del trabajo, pero puedes ocuparte de hacer tu trabajo lo mejor posible. Y, si crees que a pesar de tu buen trabajo te pueden echar, ocúpate de ir buscando otro mientras tanto.
Veamos que nos sucede cuando nos pre-ocupamos:
- Nos estresamos. Y cuando nos estresamos nos duele la cabeza, la espalda, el estómago. Preocuparse mengua y debilita nuestro cuerpo. Por no decir que el mismo estrés nubla tus capacidades.
- Ganamos inseguridad. Porque vemos las trabas del futuro y dudamos de nuestras propias capacidades de superación y aprendizaje.
- Nos sentimos cansados, porque invertir el espacio mental en intentar averiguar qué puede llegar a pasar, es muy agotador.
- Nos ponemos tristes. Porque pensar continuamente en las cosas negativas nos cambia el estado de ánimo.
- Perdemos concentración, habilidad y eficacia. Todo lo que inviertes en preocuparte hace que dejes de lado ocuparte de tu día a día.
Nadie dice que haya que vivir la vida sin ningún tipo de previsión. Hay que estar preparado. Preparado para los obstáculos, ya que nunca sabes cuándo te pueden llegar. Pero estar preparado no significa estar preocupado.
Así que vamos a buscar la forma de convertir esa preocupación en una preparación:
Estar preparado significa saber que, a veces, las cosas suceden y uno no puede evitarlas. Por ejemplo, no puedes controlar a los demás. Muchas de las decisiones que toma la gente repercuten en otras personas. No puedes evitarlo, es ley de vida. ocúpate de entenderlo, ocúpate de aceptarlo, ocúpate de sacar una reflexión que te sirva para experiencias futuras.
Estar preparado significa saber que no somos solo las situaciones positivas y negativas que nos pasan. Que algo me vaya bien no significa que todo sea bueno, del mismo modo, que algo me vaya mal no significa que todo sea malo. Ocúpate de no mezclar. Si el amor no ha funcionado, es el amor lo que no ha funcionado, no tu vida. Si el trabajo no ha funcionado, es el trabajo lo que no ha funcionado, no tus habilidades ni tus capacidades. Ocúpate de revisar los por qué de lo que no ha salido bien. Ocúpate de aprender de los errores.
Estar preparado significa saber qué cosas sí están en tu mano. En tu mano están las decisiones que tomas. En tu mano está cómo actúas. En tu mano está cómo piensas. En tu mano está ser honesto. Ocúpate de ti, de conocerte, de aceptarte, de ser feliz. Ocúpate de invertir tiempo en las actividades o personas que quieres o te gustan.
Como ves estar preparado para la vida es una cosa y preocuparse por la vida otra muy distinta.
Estar pre-ocupado es vivir el futuro sin tener en cuenta el presente.
Estar preparado es vivir el presente teniendo en cuenta el futuro.
Así que OCÚPATE más y PRE-OCÚPATE menos.
Vani G. Leal, Psicóloga.
Leave a Comment
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.